A inicios del siglo XX, la familia Domènech Roura compró una casa de pueblo del siglo XVII, que comunicaba a través del patio con dos casas adyacentes, propiedad del arquitecto. En 1905 Domènech inició la reforma de la casa para adecuarla a despacho y archivo profesional. Domènech respetó los elementos originales, aunque incorporó elementos de otras obras, como los arrimaderos del Palacio de la Música o del Hospital de Sant Pau, las pruebas de yeso de los dinteles de la Casa Lleó i Morera, las baldosas de cerámica de reflejo metálico de la Casa Thomas o los botones de cerámica de la Fonda España. En Can Rocosa se conservan también la mesa de trabajo y la librería diseñadas por el arquitecto. Actualmente forma parte de la Casa museo Lluís Domènech i Montaner.