La edificación de Cal Gasull fue encargada a Domènech i Montaner por el comerciante Feliu Gasull y Roig, propietario de la empresa exportadora Establecimientos F. Gasull SA, fundada en 1835. Según el encargo, Domènech tenía que combinar un almacén de aceite y frutos secos de 1.000 m² con pisos de gran altura para las oficinas y salas de reuniones de la empresa, y dedicar los otros 882 m² del edificio a viviendas. El arquitecto consiguió dotar al conjunto vivienda-industria de una imagen armónica, muy urbana, incluso con algunos hitos destacables por la época, como que la nave mayor no tiene ni una sola columna y que el techo se sostiene enteramente con vigas de hierro y bóvedas. En el subsuelo hay 33 tinas de aceite. Cal Gasull se escapa de los tópicos del Modernismo arrebatado, pese a que todavía tiene algún rasgo modernista como el decorativismo de esgrafiados y mosaicos y el contraste de materiales. La casa parece que anuncie el retorno a la simetría y las líneas sobrias del Novecentismo neoclásico, tanto en la fachada como en el diseño y en las pinturas del interior. Aquí ya ha desaparecido totalmente el tema floral, el vitral, el mosaico y la decoración pétrea de las construcciones anteriores del mismo arquitecto en Reus, como la Casa Navàs y el Instituto Pere Mata. Ello tal vez se debe a que buena parte de la construcción del edificio fuera dirigida por el hijo de Lluís Domènech i Montaner, Pere Domènech i Roura. Este era partidario de la evolución del Modernismo hacia un Novecentismo más distendido y relajante. En esa preferencia estaba en sintonía con los burgueses e intelectuales de aquellos años, que consideraban el Novecentismo de mejor gusto, aunque las clases menestrales y populares catalanas siguieron añadiendo elementos modernistas a sus casas hasta muy entrados los años1920.
La evolución formal de Domènech i Roura seguiría posteriormente hacia postulados todavía más modernos, como el estilo déco de la Casa Marco (siempre en Reus). En la fachada de Cal Gasull destacan los mosaicos en el tímpano (parte superior) de cada balconada, que brillan maravillosamente al sol, y los balaustres de la balconada, de cerámica esmaltada con un pequeño capitel. De la realización del mosaico, de motivos curvilíneos, se encargó un experto artesano venido expresamente de Milán, en Italia, proveedor de las teselas de cerámica vidriada que se utilizaron.