Lluís Domènech i Montaner proyectó la residencia de verano de Jacint de Capmany y Francesca Roura –cuñada del arquitecto–, inspirada en la arquitectura medieval centroeuropea. Domènech utilizó el ladrillo visto para las fachadas, que combinó con la cerámica vidriada de tejas y detalles decorativos. Destacan también la forja, los vitrales, la ebanistería, la escultura y la pintura. Está ubicada en una de las calles principales del municipio. Actualmente es un restaurante.