Lluís Domènech i Montaner recibió el encargo de reformar y ampliar la antigua casa fuerte de Canet, propiedad de Ramon de Montaner i Vila. El resultado es un gran castillo de aspecto medieval con torres, almenas y matacanes, un gran patio de armas, una galería gótica, una capilla y una cripta, de la que destaca el sarcófago, con la escultura yacente de la esposa de Ramon de Montaner, obra del escultor Miquel Blay.