Domènech proyectó su Gran Hotel de Palma cuando el turismo todavía era una actividad económica menor en Mallorca. El edificio, de una gran riqueza decorativa y estructural, es el primero de la etapa de plenitud modernista de Domènech. Aquí innovó bastante en el tratamiento de las fachadas respecto a sus obras anteriores, sin dejar de incorporar elementos medievales, especialmente en los coronamientos.
Como en los edificios de viviendas urbanas que le seguirán (por ejemplo la Casa Navàs o la Casa Lleó i Morera...), en el Gran Hotel ya figura en todo su esplendor la esquina, ornada con bonitas balconadas redondas. La decoración floral en piedra, el hierro forjado y la cerámica policroma (utilizada por primera vez en las Baleares) son los elementos que, una vez más, ilustran el lenguaje domenequiano.
En 1942, el Gran Hotel fue reformado para instalar les oficinas del Instituto Nacional de Previsión, unas obras que mutilaron parte de la fachada, modificaron los interiores y cegaron todas las arcadas de la planta baja.
Actualmente, gracias a una rehabilitación fidedigna con el proyecto original, el Gran Hotel ha recuperado su primer esplendor. El edificio alberga la sede de la Fundación la Caixa en las Islas Baleares, y sus grandes salas se destinan a exposiciones y otros usos culturales. La entrada es libre.